LA REENCARNACION Y EL SANTO NOMBRE
Por Satswarupa Dasa Goswami
Traducido al español por Gustavo Medina
¿Existe vida después de la muerte? Si es así, ¿cuál es la naturaleza de esta vida?
Estas preguntas estuvieron siempre con nosotros, y la búsqueda de respuestas es una función intrínseca de la mente humana. Últimamente, el interés por el tema de la reencarnación ha crecido, con nuevos defensores, teorías y descubrimientos. Testigos de personas que volvieron de la vera de la muerte, luego de vislumbrar supuestamente la vida futura, han intrigado a los parapsicólogos modernos tanto como a investigadores como Elizabeth Kubler-Ross, autora del libro On Death And Dying, y Raymond Moody, autor de Life After Life y otros best-sellers.
La principal fuente de investigación en libros sobre reencarnación, sin embargo, está en la Literatura Sánscrita Védica. El Srimad-Bhagavatam, por ejemplo, relata una fascinante experiencia de vida después de la muerte vivida por un hombre llamado Ajamila. A diferencia de las investigaciones modernas, el caso de Ajamila nos hace estudiar la experiencia de vida después de la muerte, no desde el punto de vista de una persona en fase de abandono corpóreo, sino desde el punto de vista de seres elevados, presentes a la hora en que el alma deja el cuerpo material.
El Srimad-Bhagavatam relata como los mensajeros de la Muerte y los del Señor Vishnu, la Suprema Personalidad de Dios, discreparon sobre el lugar donde Ajamila debía encarnar en su próxima vida. El ser infinito, el alma, o el yo, debe obtener nacimiento en otro cuerpo cuando el presente cesa sus funciones. Y el próximo cuerpo es determinado por su karma individual: “Cosecharás lo que siembres”.
En el caso de Ajamila, los mensajeros de la Muerte querían arrastrar su alma para el infierno a causa de su vida pecaminosa. Aunque Ajamila estuviese en coma, era consciente del hecho que los mensajeros de la Muerte estaban preparándose para transferirlo a las regiones más bajas. Pero repentinamente la belleza resplandeciente de los mensajeros de Vishnu apareció e intervino. Los mensajeros del Señor dijeron que los mensajeros de la Muerte juzgaron erróneamente al alma de Ajamila y no tenían derecho a llevarlo.
Enfurecidos, los mensajeros de la Muerte explicaron el por qué de la punición de Ajamila. Juzgar un karma personal, dijeron, es algo relativamente simple. A la hora de la muerte, cuando el alma está lista para entrar en otro cuerpo, el superintendente de la Muerte hace los arreglos para el futuro cuerpo de acuerdo con los actos pecaminosos o piadosos del pasado de un alma particular. Por el hecho de haber llevado una vida pecaminosa, Ajamila estaba recibiendo su punición.
Los mensajeros de la Muerte dieron una analogía: Así como la primavera en el presente indica la naturaleza del pasado y del futuro, esta vida presente de felicidad o aflicción indica la actividad de alguien en el pasado, y las actividades presentes son indicadores de una futura encarnación. En otras palabras, conforme a las actividades que una persona realiza en su vida presente, las más elevadas autoridades determinan su destino en su próxima vida.
Puesto que la mayoría de las personas incurren al menos en algún mal karma, es tarea de los mensajeros de la Muerte transferirlos a una posición inferior. La mayoría de las personas actúa sin entendimiento de la ley del karma y así cometen todo tipo de actos abominables para el placer del cuerpo actual. Ellos no saben que su sufrimiento presente es resultado de los pecados pasados, ni siquiera son capaces de entender que sus pecados presentes les causarán futuros sufrimientos. Actuando en la más oscura ignorancia, la mayoría de la gente no es capaz de conocer su vida pasada o futura. Y aún cuando escuchan de la Literatura Védica sobre la trasmigración del alma y la ley del karma, se niegan a aceptar que existe algo por encima de esta vida presente de gratificación de los sentidos.
Tal persona ignorante fue Ajamila. Y a causa de su vida de pecados, los mensajeros de la Muerte no vieron ninguna razón por la cual los mensajeros del Señor Vishnu debían obstruir su trabajo de juzgarlo por su karma.
Los mensajeros del Señor Vishnu, no obstante, preguntaron a los mensajeros de la Muerte cuál fue el fundamento del juicio de Ajamila. Los mensajeros de la Muerte explicaron que lo juzgaron conforme a las escrituras religiosas. Entonces leyeron una larga lista de actos criminales, violentos, irresponsables, irreligiosos y pervertidos que Ajamila había cometido. En este punto, los mensajeros de Vishnu aceptaron la punición infernal que un pecador merecía. Pero en el caso de Ajamila, eso no fue aplicado.
La extraordinaria condición en el caso de Ajamila fue que en el último momento de su vida gritó el nombre de Dios, Narayana. Si bien él no hubo pensado en Dios sino en su hijo Narayana, no obstante, gritó “¡Narayana!” Eso neutralizó todo el mal karma de Ajamila y entonces se salvó.
Los mensajeros de Vishnu explicaron que al pronunciar el nombre de Narayana, todos los pecados de Ajamila fueron absueltos —no sólo los de la vida presente sino los de millones y millones de vidas pasadas. Sin ofensas, él cantó y fue purificado y elegido para la liberación. Los mensajeros de Vishnu explicaron que aun si una persona canta el nombre de Dios indirectamente, ya sea en broma, como entretenimiento musical, o incluso en forma descuidada, el santo nombre la liberará de la reacción de todos sus pecados. No importa cuán pecaminosa sea la persona, el santo nombre de Dios tiene el poder de absolverla y salvarla de la más infernal punición.
Incapaces de oponerse a las más elevadas autoridades, los mensajeros de la Muerte liberaron a Ajamila. Los seres sobrenaturales desaparecieron, y Ajamila despertó de su coma, y por la gracia del Señor fue capaz de pasar sus días restantes en meditación devocional en la Suprema Personalidad de Dios.
Este relato del Srimad-Bhagavatam nos da una valiosa información sobre el alma, la vida próxima, las leyes del karma, y la potencia del santo nombre de Dios. Para aquellos interesados en reencarnación, las literaturas Védicas son de mucho valor investigativo. Más que limitarse al empirismo ofrecido por los investigadores modernos, las personas deben consultar el Srimad-Bhagavatam y el Bhagavad-gita para un entendimiento puro sobre la reencarnación y la importancia específica y responsabilidad de la forma humana de vida. Como Sócrates dijo, “Una vida sin reflexión no vale la pena ser vivida”. Y una parte esencial de la vida debe ser reflexionar sobre la muerte. ¿Qué ocurre en esa hora crítica? ¿Existe una próxima vida? En caso afirmativo, ¿cómo podemos asegurarnos de cuál es la mejor vida para nosotros? Ciertamente, cualquier investigación introspectiva y comprensiva dentro del tópico de la reencarnación será incompleta sin el cuidadoso estudio de las Escrituras Védicas, tales como el Srimad-Bhagavatam y el Bhagavad-gita.
--
No virus found in this outgoing message.
Checked by AVG Anti-Virus.
Version: 7.0.344 / Virus Database: 267.11.9/116 - Release Date: 30/9/2005